El corazón anatómico es el símbolo más puro de la vida y la esencia humana. Representa la fuerza interior, la vulnerabilidad y la capacidad infinita de sentir.
Espiritualmente, nos recuerda que cada latido es un recordatorio de presencia, amor y propósito. Llevarlo contigo es honrar tu propia historia: los momentos que te han hecho fuerte, las emociones que te han transformado y la energía vital que fluye dentro de ti.
Este amuleto conecta lo físico con lo espiritual, recordando que tu corazón no solo bombea vida, también guarda memorias, sueños y el poder de volver a empezar una y otra vez.
